martes, 13 de febrero de 2018

LA LECTURA



Hace un par de años que estoy intentando integrar en mí el hábito de la lectura. Hace el mismo par de años me di cuenta que mis ideas crecieron mucho más que mi capacidad de comunicarlas y cuando quiero expresarlas siento la falta de palabras para hacerlo, quedo corto para explicarme.
Entrego ideas a medias y me doy a entender a la mitad.

Por otra parte necesito aprender más, hay mucha información interesante disponible, cosas que necesito para ampliar mis horizontes, para entender más acerca de las cosas que me apasionan, que me gustan.

Mis metas son dominar la oratoria y agregar conocimiento, en la oratoria, llegar a un nivel de elocuencia que me permita transmitir ideas completas de forma simple, lograr motivar, convencer, movilizar. Y en el conocimiento, crecer.

Tengo claro que será imposible si no agrego la lectura a mis hábitos.

Como puede ser tan difícil dedicar 30 miserables minutos diarios a leer…, como puede ser que sabiendo todo lo que necesito aprender, no desarrolle la voluntad de agregar 30 insignificantes minutos a mi rutina diaria.

30 minutos que son cruciales para cumplir mis metas,
30 minutos que me darán las herramientas para convencer, 
30 minutos que son nada respecto de todo el tiempo que pierdo, 
30 minutos en los que podré profundizar en las mil y una cosas que me interesan, 
30 minutos que me permitirán comunicar el 100% de lo que pienso, 
30 minutos que transformaran mi vida con conocimiento nuevo.

Como va a ser tan difícil…

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