Me ha costado bastante entender el respeto en profundidad, entender que la visión que yo pueda tener del mundo siempre será solo una parte, siempre habrán cosas que yo no compartiré, no entenderé y no tendrán sentido para mí.
El mundo es infinito, por lo tanto tendrá infinitas posibilidades y formas.
En un mundo de estas características, no es necesario que comparta, acepte o apruebe, es entender que habrán infinitos caminos, infinitos destinos, infinitos escenarios, infinitos resultados y eso es todo, por lo tanto, el resultado será lo que tenga que ser.
La vida tiene sus condicionamientos y la naturaleza tiene sus razones.
También tengo que comprender que siempre estará presente mi interpretación, no me puedo desligar de mi propia naturaleza, es parte de mi configuración natural, estoy configurado para interpretar el mundo a la luz de mis propios ojos y eso está bien, pero debo comprender que el mundo externo a mis acciones, para el mundo que este fuera de mi camino, para el mundo que está fuera de mi propósito natural, mi posición es de observador.
Yo solo soy un observador de un mundo con infinitas posibilidades, por lo tanto, mi único alcance real será lo que se relacione con mi propio y personal propósito y a lo único concreto que podré aspirar será a tratar de comprender mi propio camino.
El resto simplemente es y debo respetarlo, no es necesario unirme, ni compartirlo, ni aprobarlo, ni disfrutarlo, ni apoyarlo, ni entenderlo, ni aceptarlo, simplemente respetarlo.
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