domingo, 13 de agosto de 2017

NO ES NECESARIO ARREGLAR TODO Y NO TODO NECESITA ARREGLO



¿Qué es lo natural y que no?, ¿Que está bien y que está mal?, ¿Cuál es el camino correcto o el equivocado?, ¿Quién define lo bueno de lo malo?, ¿Qué es lo que viene contigo y que no?

Mi necesidad de solucionar, mi búsqueda personal de corregir mis propias carencias, la importancia que le doy a algunas cosas, me hacían ver las cosas como correcto o incorrecto, pero finalmente el mundo es mucho más que un simple y pobre criterio.

Extracto: Contacto.
"El frío vacío negro había quedado atrás. Los impulsos se acercaban a una minúscula estrella amarilla común y ya habían comenzado a esparcirse sobre el séquito de mundos de ese oscuro sistema. Habían pasado junto a planetas de gas hidrógeno, penetrado en lunas de hielo, traspuesto las nubes orgánicas de un mundo frígido en el que se despenaban los precursores de la vida y atravesado un planeta de mil millones de años. En ese momento los impulsos arribaban a un mundo cálido, blanco y azul, que giraba contra un fondo de estrellas.
Había vida en ese mundo, pródiga en cantidad y variedad. Había arañas saltarinas en la helada cima de las más altas montañas y gusanos que se alimentaban de azufre en las aberturas que cruzaban la despareja superficie del lecho oceánico. Había seres que podían vivir sólo en el ácido sulfúrico concentrado, y seres que resultaban destruidos por el mismo ácido; organismos para los que el oxígeno era un veneno y organismos cuya supervivencia dependía sólo del oxígeno, que en realidad lo respiraban.
Una forma particular de vida con un grado escaso de inteligencia, acababa de dispersarse por el planeta. Tenía puestos de avanzada en el lecho marino y en la órbita de baja altitud. Se arracimaban en cada rinconcito de su pequeño mundo. La frontera que marcaba el paso de la noche al día avanzaba hacia el oeste, y siguiendo su movimiento, millones de seres realizaban el ritual de sus abluciones matutinas. Vestían abrigos o prendas de algodón, bebían café, té o diente de león, se movilizaban en bicicletas, automóviles o bueyes, reflexionaban brevemente sobre las tareas escolares, sobre las plantaciones de primavera, sobre el destino del mundo.
Los primeros impulsos del conjunto de radioondas se insinuaron en medio de la atmósfera y las nubes, golpearon contra el paisaje y resultaron parcialmente de vuelta hacia el espacio. A medida que la Tierra giraba debajo de ellos, nuevos impulsos arribaron, abarcando no sólo ese planeta en particular sino la totalidad del sistema. Ninguno de los mundos interceptó más que una mínima cantidad de la energía. La mayor parte continuó su camino sin esfuerzo, mientras la estrella amarilla, y sus mundos acompañantes se sumergían, en una dirección total mente distinta, en las tinieblas."

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