domingo, 20 de agosto de 2017

MIS TIEMPOS DE VIGILIA, LA ESPERA DE LA ILUMINACIÓN



Hace varios años aprendí que es necesario vivir los procesos, no dejar nada guardado, vivir todo lo que sea necesario del momento, si hay que sufrir, vivir el sufrimiento, si hay que alegrarse, celebrar, si hay algo pendiente de hacer, volverlo acción, si hay que parar, detenerse, si hay que pedir perdón, pedirlo, si hay que decir algo, comunicarlo y si existe algo que no tenga solución de tu parte, aceptarlo, y luego cuando no tienes ninguna emoción, pensamiento o acción pendiente con eso, dejarlo ir.

Esto lo comencé a desarrollar como una herramienta para no arrepentirme de nada, para no acumular estrés, culpas, rencores, sufrimientos, ni nada que le haga mal al espíritu. Con el tiempo, esta práctica se internalizo profundamente en mí, a nivel de subconsciente, así que cada vez que algo importante ocurre o algún pensamiento que era base para otros se modifica, entro inevitablemente en un estado de vigilia, una espera para que mi subconsciente procese toda la información nueva, la ordene y la devuelva para ser utilizada en un nuevo escenario que considera esta información actualizada, con eso listo, ya estoy preparado para "eso" que viene.
Mientras eso ocurre, mis momentos son prácticamente exclusivos para el "pensamiento difuso", ningún pensamiento nuevo es procesado, mi subconsciente lo evita a toda costa, durante este tiempo solo me permite la procastinación y distensión. Ahora bien, también lo hace viceversa, cada vez que he definido que necesito hacer algo, mi subconsciente me obliga y cada vez que quiero hacer algo relacionado con la procastinación pasa lo inverso y no puedo disfrutar el perder el tiempo y estoy constantemente pensando en eso pendiente hasta que lo comienzo.

Mi momento actual es de procastinación, solo pensamiento difuso y lo siento como si estuviera esperando la iluminación, muy similar a lo que describe Elizabeth Gilbert en su charla TED, como si de pronto pasara una brisa a decirte: "ya, ahora es el momento", todo se esclarece y puedo seguir mi camino con la "actualización" de contenido y el nuevo orden de pensamiento, y realmente se siente como nacer de nuevo, es como si agregaras una nueva dimensión a la comprensión de tu universo, una gama completa de nuevas posibilidades que probablemente ignorabas o simplemente hasta el momento no comprendías, una experiencia increíble que te libera para disfrutar aún más el mundo que te rodea.

Para mi, el comprender que la vida es una sola, que tu tiempo es limitado y que la mayoría de las veces lo que hoy es muy grave e importante, mañana es un detalle, me ha conducido a apreciar todo, a vivir los procesos y perseguir las metas con una doble visión, un equilibrio exquisito entre paciencia/urgencia una simbiosis constante entre detenerse y correr, detenerse para esperar a esa "iluminación" y luego correr para llegar a ella.

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