miércoles, 17 de enero de 2018

"CONVICCIÓN VS EL TIEMPO", NO TODO REQUIERE UNA META


Recuerdo que la primera meta que tuve, fue llegar a ser jefe. A mi alrededor el "éxito" se asociaba con una posición específica o con cosas que pudieras obtener.
Luego de un par de trabajos como jefe, me di cuenta que ese deseo no era mío, sino un deseo social que era normal compartir, sentí que no era suficiente, sentí que jamás podría alcanzar una satisfacción que me hiciera feliz, así que reoriente mi ruta a crear algo que tuviera sentido para mí y me entregara lo que necesito para vivir tranquilamente.

Para iniciar ese proceso, requería un nuevo yo, ya que se requiere un esfuerzo doble tratar de crear algo nuevo mientras te mueves en lo antiguo, así que tuve que cambiar mis hábitos, mi forma de ver algunas cosas, desarrollar el autocontrol, la autogestión, descubrir y desnudar mis motivaciones, desarrollar la disciplina y una de las cosas más importantes, potenciar la convicción.
Y es esa convicción lo que me obliga a escribir este texto, con el objetivo de lograr entender el momento indicado y la cuota precisa de convicción que debo destinar para las distintas actividades de la vida.

¿Y cómo se puede abordar el uso correcto de la "convicción"? La convicción es increíblemente útil siempre y cuando este "limpia", me refiero a que esté libre de fetiches y paradigmas, que sea simplemente esa fuerza poderosa de tu mente que te ayuda a enfocarte en lo que quieras. 
Pero, ¿Cómo se puede hacer algo como "limpiar" la convicción?, como todas las cosas de índole personal es volviendo atrás, muy parecido a lo que muestra la película "inception", ubicando el momento o época en donde incorporaste una idea, pensamiento o paradigma, que puede ser tuyo o social y que hoy inclina tu equilibrio a conseguir algo particular en las cosas que haces. Un recorrido por la vida para identificar cual es la idea o pensamiento que estorba para lograr hacer uso de mi convicción como me plazca.

Después de un par de vueltas, creo que descubrí lo que ensucia mi convicción y tiene que ver con el eslogan social: "Tienes que ser el mejor", el disco rayado que la mayoría de los padres inculca a sus hijos y la sociedad a los niños, un eslogan que trae consigo la consecuencia de "mirar a todo el mundo como competidor y estar constantemente en modo competencia", existe solo un numero uno, solo uno es el mejor, así que hay que disponerse a llegar a ser el mejor. 
En esa misma línea, en un escrito anterior llegué a la conclusión de que un slogan más positivo sería algo así como: “Haz lo que más te gusta y aprovecha todas tus capacidades”. Persigue el mismo buen fin, que una persona se desarrolle en su máxima expresión, pero compitiendo consigo mismo. En un universo infinito, que es donde habitamos, no existe el primero ni el último, ni arriba, ni abajo, por lo tanto no es la competencia el factor, sino la colaboración, creo que eso tiene más sentido. Con este enfoque, todos mejoran y obtenemos lo mejor de cada uno en todas las cosas.

Derivado de la solución de mi paradigma anterior, aparece mi propio paradigma actual, mi "inception", “Haz lo que más te gusta y aprovecha todas tus capacidades”, es un muy buen mantra, me sirve para hacer todo lo que me gusta, siempre me auto impongo una meta, un objetivo, algo a alcanzar y en general logro mejorar en todo lo que hago, y eso está perfecto, pero a ese nuevo pensamiento que incorporé, le faltaba considerar una parte, el tiempo.

Hoy me topo con uno de mis mayores problemas "convicción vs tiempo", me encantaría hacer todas las cosas que me gustan y dedicarles todo el tiempo posible para hacer cada una de ellas mejor y mejor, pero es imposible, no hay suficientes años disponibles para abordar todo lo que me gusta, ni tampoco para desarrollar cada una de mis habilidades. Lamentablemente, del montón de cosas que me gustan tengo que priorizar, importante v/s intrascendente. En general siempre busco resultados en cosas que me gustan, en cosas en las cuales tengo habilidad, pero algunas de ellas resultan intrascendentes para cumplir mis grandes sueños. Y eso me lleva a la parte difícil, lamentablemente tengo que aceptar que a veces, independiente de que tenga el potencial, la habilidad o me guste hacer algo, independiente de que yo sepa que podría ser espectacular en algo, simplemente no puedo desarrollarlo, puesto que respecto de mis grandes objetivos vs el tiempo, no merece la pena establecer una meta para algunos de esos intereses.

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