sábado, 4 de agosto de 2012

Sembrar Compasión, regar con Libertad y cosechar Amor.


Hoy fui testigo de un adiós y espectador de la huella profunda que deja el amor, una sola vida se convierte en el tiempo suficiente para comprender y practicar lo esencial, es difícil imaginar la importancia de sembrar compasión sin contemplar sus frutos, pero hoy los vi, hoy re aprendí que no es importante cuantos, si no, como, el cómo se transmite la compasión por el otro, y así, sin siquiera saber o querer, germina y crece en otro corazón. 
Que le importa la riqueza al que ya aprendió a sembrar, ya aprendió lo importante, lo que perdura, dejo su huella indeleble, como una marca registrada irremplazable, que se acumula junto a otras trascendentes pero que no se borra y se transmite de generación en generación, un legado inconmensurable, que solo quien lo busca lo valora y quien lo tiene recibe sus frutos, matizados por su libertad, luego solo queda cosechar frutos de amor.
Espero que antes de contemplar mi ocaso pasajero y de conocer la inmensidad de aquel lugar sin tiempo, pueda ya tener la destreza de uno de estos sembradores de compasión.


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