jueves, 2 de mayo de 2024

MIRAR A LOS OJOS, ALGO MÁGICO


Hace poco descubrí la magia de mirar a los ojos, en un taller donde un componente es el silencio y conectar con la persona en escena.

Cada uno tiene su respuesta personal a este ejercicio, incomodidad, inseguridad, vergüenza, miedo, emoción o relajo.

Para mi hoy, es relajo y emoción, es increíble, siento que es una oportunidad para conocer un poco más a la otra persona, de forma más íntima, más personal, incluso romántica, me encantaría que se pudiera hacer más seguido, para mí fue mágica la sensación de que solo por mirar a alguien a los ojos pueda sentir que conozco un poco más a esa persona.

Posterior a los ejercicios pensé que cuando los humanos estábamos recién desarrollando el lenguaje, probablemente los ojos eran algo vital para comunicar. Sentí que en este ejercicio descubrí otro tipo de comunicación, como si fuera un lenguaje olvidado.

Sentí que la mirada comunica algo de la esencia de la persona.

No obstante, entiendo que no para todo el mundo es igual, hoy a mí no me incomoda "ser visto", pero antes no, y encontré interesante recordar porque no.

Una era el condicionamiento de la población, a no ser que estuvieras buscando pleitos, atrayendo atención inconveniente o interacciones indeseables, lo mejor era evitar el contacto visual prolongado.

Otra eran las típicas inseguridades sobre cómo te ves o en realidad como otros te ven, la preocupación de que te puedan considerar atractivo(a) o no, tus imperfecciones, defectos físicos o vergüenza porque sí.

Que pudieran ver mis penumbras, era mi juicio personal sobre mi vida de niñez y preadolescencia, como decirlo, un conjunto de consecuencias de que nadie me haya enseñado a vivir o de que me hayan corrompido.

Pero mi hoy es otra cosa, hoy estoy en otro ambiente, salí de "la selva" de donde no puedes ser tú. Me encanta cuando alguien me encuentra atractivo, pero entiendo si no es así. Mis penumbras las reemplacé por claridad y entendí mi pasado.

Hoy soy un libro abierto, por eso yo creo que no me incomoda ser visto y me agrada que así sea.

Me encantaría mirar a los ojos por un par de minutos a cada persona que conozco, sería extraordinario.

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