lunes, 21 de mayo de 2018

SALVARSE DE SI MISMO




Cuando veo o escucho algunas historias de como una persona es conducida a puntos de no retorno, del cómo se quiebra a una persona, del cómo se puede quitar la inocencia de alguien y reemplazarla con vacío, indolencia u odio.
Muchas veces me siento identificado con partes de esas historias y al mismo tiempo que veo esas similitudes también entiendo que pude haber sido yo el protagonista.

Quizás solo el que experimenta esas historias entiende que no existe el inmune, todo el mundo se quiebra, y en la mayoría de las ocasiones, aquel que estuvo en ese camino de quiebre o que fue en parte desmembrado mentalmente de alguna manera, realmente no tomo la decisión de hacer un camino distinto, sino que más bien fue gracias a las increíbles casualidades de la vida que su futuro fue otro.

Cuando veo esas historias recuerdo todo lo que estuve a punto de haberme convertido, ladrón, delincuente, asesino, suicida o simplemente morir de imprudente. Cualquiera pudo haber sido.

Bueno, obviamente para mí no fue la casualidad, sino que fue Dios el que me cuido cuando más lo necesitaba, fue el quien me salvo de mí mismo, con sus asombrosas series de casualidades.

Y eso es, salvarse de sí mismo, salvarse de lo que con intención o no, hicieron de ti.

Son todas esas cientos de casualidades las que he meditado en todos estos años, he meditado lo que pudiera ser, lo que es y lo que debería ser de acuerdo a mi juicio. Pero lo más importante es que en estos años de meditación he logrado identificar mis propias casualidades, mis puntos de inflexión, mi reconstrucción a lo que soy hoy.
Es como nacer de nuevo cuando das vuelta al timón más de 90 grados, tienes que aprender todo de nuevo, tienes que entender por qué, para qué, cual es el sentido, es la única forma de dar vuelta el timón de verdad, si no entiendes para qué, es como dejarlo a la deriva y puede que llegues a algún lugar, como también puede que des una vuelta en círculo y solo retrases un poco el destino, pero no, para cambiar hay que entender.

Es el entendimiento de esas casualidades lo que me urge compartir con otros que estén hurgando en su interior por respuestas del por qué y el para qué, creo que será igual como para los adictos, que mejor que un ex adicto para decir que se puede, las mismas casualidades que tuve para mí, quiero que sean para otros, eso creo que es una de mis misiones en la vida, compartir la historia de las casualidades o compartir las casualidades que permiten que alguien se pueda salvar de sí mismo.

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