domingo, 8 de abril de 2018

MORIR EN PAZ


Este es uno de los primeros escritos que no hago solo para mí, esto que escribo es para compartir una experiencia que le servirá a 1 de cada 100 de los que conozco.

Estaba viendo una película y me acordé de mi padre. El día de su funeral, algunos familiares se acercaron a mí y entre sollozos me dijeron: "te quería ver antes de morir, te quería ver antes de morir".

La relación con mi padre nunca fue cercana, quizás fue cercana en mis primeros años de vida, no lo sé, puede ser antes de mis 4 o 5 años, pero si lo fue alguna vez, no tuve los suficientes años de eso para recordarlo.

Mi padre vivió su mundo, disfruto su vida como él quiso que fuera, con lo poco que conocí de él y de sus motivaciones, quería disfrutar lo suficiente para que valiera la pena el tiempo que estuviera vivo.


Yo recuerdo a lo menos dos ocasiones en que personalmente he estado en peligro de morir y puedo decir con certeza que la vida pasa en un par de segundos a través de tus ojos, hay una especie de resumen global que puedes observar cuando están pasando esos segundos en donde tienes la "certeza" de que es muy probable que puedas morir.

Creo que ese tipo de experiencias, más algunas otras, me han hecho estar siempre consciente de mantener mi paz, no tener asuntos pendientes de los cuales me pueda arrepentir.

Y esas "palabras de mi padre" para mi fueron el reflejo de sus asuntos pendientes. Me dio tristeza por él, me dio tristeza no haber podido complacer su necesidad, si hubiera sabido, sin duda habría acudido a verlo, a entregarle paz, a decirle tranquilo, no te preocupes, está todo bien.

No habría ocurrido nada de eso si mi padre hubiera mantenido la paz durante su vida, probablemente hubiera estado a su lado en esos momentos, quien sabe.
No me gusta imaginar la tristeza que debe sentir una persona cuando se acaba el tiempo y aún tiene asuntos pendientes.


Y eso es lo que quería compartir, a ese 1 de cada 100 que seguramente seguirá los pasos de mi padre, cada uno puede hacer lo que quiera de su vida, pero siempre hay que estar consciente de tu paz. Y si es que no te ha ocurrido ver esos "segundos finales", toma estas palabras como ciertas, siempre imagínate al final, en esos últimos segundos, en esa película global y si después de imaginar hay cosas que consideras pendientes, resuélvelas, para que pase lo que pase, esa película global sea de final feliz. 

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