lunes, 24 de julio de 2023

VULNERABILIDAD, INTELIGENCIA EMOCIONAL



Nunca en mi vida he estado tan a merced de mis sentimientos, nunca me he sentido tan vulnerable, sentimentalmente hablando.

Pero, contrario a lo que se pudiera suponer, es una sensación liberadora.

Puedo decir que ahora conozco los dos caminos, negar la vulnerabilidad y aceptarla. Y paradójicamente los dos consiguen la libertad.

La diferencia es que una construye y la otra no. Negar la vulnerabilidad te entrega "libertad" emocional, pero te mantiene aislado.

Aceptar la vulnerabilidad, construye un entorno, tu le regalas a la otra persona poder verte y ese ejercicio construye y al mismo tiempo te devuelve libertad emocional. Una vez que la compartes, las expectativas se desvanecen y eres libre.

Aceptar la vulnerabilidad creo que es clave para el desarrollo de la inteligencia emocional, yo diría que es casi el cimiento.

Cuando pienso en esto, siempre recuerdo un amigo que según yo es un experto natural en inteligencia emocional. Un mamoncete, según definición coloquial del que reclama falta de atención o de cariño.

Siempre he admirado esa habilidad y ahora siento que estoy teniendo algo de eso, evaluar a través de los sentimientos y sentir la suficiente confianza, para expresar tus necesidades de atención o de cariño, mamoncete.

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