sábado, 26 de enero de 2019

HERENCIAS DE PELLEJERIAS



En mi evolución personal, ya he llegado a mi hoy.
He reparado algunas de las características más desagradables, nocivas o dañinas que aprendí durante mi desarrollo en la infancia y adolescencia. 

Pero..., siempre hay un pero, lamentablemente no tuve la capacidad suficiente para solucionar mis asuntos con mayor velocidad y esa reparación corresponde a algo relativamente reciente.  Así que en mi "adolescencia", cuando tuve a mi hijo, tenía la mayoría de mis carencias en su máxima expresión, era incapaz de desarrollar vínculos emocionales, con nadie, no tenía noción de como entregar cariño, sino, lo contrario, era indolente, narcisista, agresivo y violento. Peligrosos defectos para el que sabe lo que provocan. Ese padre era yo.
Todas esas características pueden germinar como respuesta a una baja autoestima, un ambiente falto de estímulos y violencia, ya sea física o psicológica. 

Gracias a Dios, al poco tiempo, me separe de la madre de mi hijo y por suerte mi hijo creció en un ambiente muchísimo mejor al que yo podía entregarle, pero, maldito "pero...", mi ausencia marcó una parte del desarrollo de mi hijo y además mi incapacidad de desarrollar vínculos dejaron su marca en el.
El puto círculo vicioso se cumplió, no a su 100%, por suerte, pero si lo necesario para que mi herencia, afectara lo suficiente, para que mi hijo tuviera una baja autoestima y una falta de estímulos, que a su vez, provocaron que su auto defensa sea la rebeldía y la falta de empatia.

Puta herencia de mierda. Puto círculo vicioso de mierda.

Hoy día estoy en plena labor para reparar la herencia que he entregado a mi hijo, y cada vez que me enfrento a las situaciones más difíciles, recuerdo la razón del por que está ocurriendo, puta herencia de mierda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario