Cada día, cada etapa, me acerca más a lo que he soñado, mi libertad, mi libertad para ser, pensar, creer, soñar y sentir.
Hace 6 años comencé a escribir, un ejercicio para hacerme consiente, liberar mis pensamientos, lidiar con mis sentimientos, comprender y descubrir mi yo, aprender y experimentar emociones, liberar mis traumas y tabúes sometiéndolos a juicio público.
Escribir ha sido un catalizador para mi crecimiento personal, descubrí que la mejor ayuda para superar mis conflictos existenciales era yo mismo.
Escribir mis sensaciones, pensamientos, recuerdos y luego releer, entender, comprender que es lo que acababa de decir, que es lo que quería decir y por qué, descubrir que significaba todo eso.
Increíble experiencia la de plasmar los sentimientos/pensamientos en un "papel", es dar la posibilidad a la persona que más te conoce, de interpretar y entender que pasa contigo, nadie te conoce mejor que tú mismo, solo es necesario facilitar la conversación y el "papel" es una excelente opción para conversar contigo.
No es lo mismo escribir algo y guardarlo por ahí escondido donde nadie jamás pueda encontrarlo, muchas veces el crítico más riguroso eres tú mismo, pero al liberar, al desprenderte del miedo al juicio, te das cuenta, que muchas veces, eres solo tú el que le da mayor asunto o se impide a si mismo liberarse.
Hoy día, respecto de sentimientos/pensamientos cada vez tengo menos de que escribir, ya prácticamente no tengo secretos y nada pendiente del pasado, las normales consecuencias, pero nada pendiente, que liberador!, que espectacular y satisfactorio es sentir que eres algo así como un libro abierto.
Así que contento, ya por fin, en muy poco tiempo más, comenzaré a escribir lo interesante, lo excitante, lo que imagino, lo que sueño, lo que quiero, lo que he aprendido, por fin me estoy haciendo libre para mirar el futuro y soñar los sueños que yo quiera.
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