sábado, 7 de marzo de 2015

DIOS - Dónde, en que momento y de que manera siento que me habla ese "algo" a lo que yo llamo Dios.


Muchos años de mi vida los he dedicado a contar mi experiencia de Dios, que es Dios para mi, por que creo en Dios, donde veo a Dios, etc.. Y bastantes personas con las que he hablado, algunos de forma escéptica y otros buscando interiorizarse en los temas de fe, me han preguntado: pero entonces ¿alguna vez hablas con Dios?, ¿alguna vez te ha dicho algo?, una pregunta difícil y que para muchos de nosotros que practicamos la fe, cuesta describir, ya que es una combinación de sensaciones, quizás se puede sentir en ejercicios espirituales, en ritos, en las entrañas, en lo que observas o simplemente existe una convicción de que ahí está, pero nunca es de fácil descripción.
Ahora bien, para esa pregunta seguramente habrán diferentes respuestas, como muchos han escuchado alguna vez, la fe es personal, por esta razón las pueden haber de diversa índole.
Pero hoy yo tengo una respuesta, personal, relativamente clara, que posee cierta "lógica" y "sentido" para mi, según mi experiencia de vida y fe.
Primero es necesario establecer mi perfil, muy estructurado, reflexivo y decidido. Generalmente en forma previa a que algo ocurra, pensé distintas alternativas, evalúe lo positivo y negativo, considere factores como mis metas, deseos, instinto, valores, el beneficio o perjuicio para mi mismo o a mi entorno y finalmente decidí por lo que a mi parecer es lo más correcto o conveniente, asumiendo las consecuencias positivas o negativas de mi acción. Las vicisitudes como enfermedades, eventos adversos, sufrimientos y fracasos, las considero parte de la dinámica de la vida y de mi aprendizaje, por lo tanto cuando llegan las abordo con el mismo método. Es decir, camino por la vida con mi corto plazo relativamente decidido.
Sin embargo..., existen momentos puntuales, que no ocurren con regularidad y se presentan repentinamente. Y me encuentro en el instante justo de ejecutar la acción que ya previamente paso por todo el proceso mencionado, donde lo que pensé y la decisión que tomé cambia de un momento a otro. 
¿Que pasa en ese momento, para que alguien tan estructurado como yo, cambie de parecer?, ahí, para mí, pasa Dios, para describirlo podría decir, que puede ser algo como una pequeña pero intensa brisa de pensamiento, que me hace sentir algo positivo o negativo y de alguna manera siento un: "NO, deja de lado lo que estas pensando, olvida lo que decidiste y has lo contrario". Ahora bien, lo especial de esta variación de 180°, lo trascendente, es que cada vez que sigo esa "recomendación", me encuentro en forma totalmente aleatoria, inesperada y sin sentido, con exactamente lo que necesito o es conveniente para mis metas, resolver mis problemas, seguridad personal o vida.
Quizás es más fácil para alguien muy estructurado darse cuenta de estos detalles, sobre todo cuando existe algo que no está dentro de tu control, pero finalmente ahí, donde están las cosas que yo no controlo, es donde siempre está Dios para mí.

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