Le he estado dando un par de vueltas a como me siento estas semanas.
Y no es solo que me sienta cómodo en el trabajo o que sea entretenida una labor intelectualmente más exigente.
Es más profundo que eso.
Es como de esas situaciones que solo puedes comprender mirando hacia atrás.
Y es que, si bien este trabajo es más de análisis, el cargo en sí, tiene asociado autoridad a nivel de organigrama, tengo autonomía de planificación y además tengo que liderar a muchas personas en el proceso.
Siento que volví al momento antes de hacer mi cambio de rubro anterior, cuando era Jefe de Administración y Finanzas.
Volver a tener ese poder y autoridad ha potenciado la seguridad en mí mismo y mi autoestima.
Y obviamente todo bien con eso, pero si hoy para mi es evidente que mejoró mi autoestima y mi seguridad, significa que antes estaba en un sub estado, en una menor versión de mí mismo.
Recuerdo lo que me dijo la persona, cuando renuncie a ese trabajo, ¿estás seguro de que quieres hacer ese cambio?, aquí eres cabeza de León, allá simplemente serás la cola.
En su momento dije, si, no hay problema, pero con mi situación actual descubrí otro error, si había problema, si me iba a afectar. Si no estás en un trabajo o una labor que realmente requiera tus habilidades, probablemente va a afectar a tu vida en general, porque estarás en una menor versión de ti mismo.
Pensar en esto y en toda la fortaleza mental que yo suponía tener, para hacer un cambio de ese tipo y que no me afectara, me lleva nuevamente a la idea de que tengo que cuidarme, tengo que tratarme bien y tengo que darme de lo que necesito para ser la mejor versión de mí mismo.
En un principio me dieron ganas de decirme, pero como tan débil de carácter, pero no, en realidad es reconocer mis limitaciones y no exponerme a situaciones que no me favorezcan.