En algún momento de mi adolescencia, decidí dar la espalda a todas las enseñanzas y valores familiares aprendidos. Me propuse reaprender todo, desde lo más básico.
Fue cuando me integré en una parroquia que surgió la oportunidad de hacer algo así, conocí grandes personas y de algun@s, admiré su integridad, su forma bondadosa y positiva de ver la vida, particularidades que yo no tenía desarrolladas.
Observé sus vidas y visualicé que yo quería algo así, una vida con paz y bastante felicidad. Me di cuenta que para lograrlo, tenía que dejar atrás lo que había aprendido y convertirme en algo nuevo.
Comencé a desarrollar un conjunto de ideas y valores para establecer mi base moral personal. Y a medida que aprendía cosas nuevas y veía sus resultados, floreció algo que voy a llamar "El ardor del convertido", vehemencia, pasión, ímpetu por aprenderlo todo al pie de la letra.
En ese ímpetu, me encontré con el desafío de "No mentir", fueron un par de años de practica y aprendizaje, hasta que me convertí en alguien extremadamente sincero y la forma de sobrellevar la escala de grises que tiene la vida, fue omitir, si no podía o no quería decir la verdad, guardaba silencio.
Luego, cuando hice la retrospección de mi vida, me di cuenta que la mentira era una forma de comunicación que está presente en la naturaleza, en distintos animales y que por lo tanto no debía ser suprimida y establecí una nueva definición, en general, la mentira es negativa cuando te mientes a ti mismo, el resto es caso a caso.
El origen de este pensamiento es que necesito incorporar un nuevo tipo de mentira, la mentira por empatía emocional.
Lo quiero desarrollar porque quiero transmitir sueños y existe una línea muy delgada entre lo que es y lo que podría ser, que no necesariamente es mentira, pero que quizás aun no es una verdad.
También existe una delgada línea, en no dañar sentimientos de otros, donde lo que podría ser es lo que la otra persona quiere o necesita escuchar, sin importar si es cierto o no en ese preciso instante.
No todo el mundo quiere la verdad y no todos están preparados para escucharla tampoco y eso es algo que hay que respetar.
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