sábado, 20 de abril de 2019

UN CRUDO ECOSISTEMA



Hace un año logré disminuir quizás en un 90% una ansiedad ridícula que me orillaba a fumar en exceso, fue un evento increíble y casi en el acto que resolví esa ansiedad, mi necesidad de fumar se redujo en casi esa misma proporción. Las ganas de fumar que quedaron tenían origen en la adicción, es decir, la dependencia del cerebro a la nicotina, pero no en las situaciones que se relacionan con la ansiedad.

De acuerdo a lo que he experimentado e investigado, las adicciones tienen dos grandes tirones, uno es la ansiedad propia del adicto (generalmente por eso es adicto) y otra en el efecto que hace la sustancia sobre el cerebro (lo que el cerebro pide cuando se hace adicto).

Superada la ansiedad, queda la parte "sencilla", la dependencia del cerebro, digo sencilla porque la realmente difícil es la ansiedad. Esto, porque en general la ansiedad tiene su origen en experiencias de vida y superarla requiere, primero, identificar el tiempo y eventos que le dieron origen y luego un trabajo sicológico de comprender que esa reacción que aprendiste para sobrellevar el "problema" ya no es necesaria.

Para graficar la diferencia de intensidad, con ansiedad fumaba como mínimo 20 cigarrillos diarios, pero con adicción pueden ser 1 o 2 cigarrillos al día, e incluso podría ser solo un par de días a la semana.

Ahora bien, eso trae la pregunta típica del adicto a través del límbico que pide satisfacer la adicción:
"Si es tan poco, cual es el sentido de dejarlo si total está relativamente controlado". Una excusa derivada de un intento del adicto para mantener la satisfacción que produce la droga.
Obviamente no es algo que me deje conforme por eso quiero hacer un ejercicio mental, que seguramente me servirá para resolver esto y un montón de cosas más en el futuro.

Quiero probar un enfoque lógico, de naturaleza, quiero convencer a mi límbico acerca de lo peligroso que es fumar desde la perspectiva de ecosistema, de selección natural, con el fin de que aún teniendo el incentivo placentero que pueda sentir al satisfacer su adicción, pueda abstraerse de desearlo por razones que sean indiscutibles.
Para esto quiero integrar una visión o una razón gráfica del porqué no fumar, por ejemplo, uno pudiera ser adicto a la adrenalina pero no va a estar dentro de las opciones tirarse de un edificio hacia abajo porque sería ilógico, estúpido y significaría una muerte segura, y como el cerebro lo sabe, no te invita a hacerlo porque entiende que es algo en contra de su supervivencia. (Hablo en tercera persona porque el límbico es la parte que impulsa la satisfacción de adicciones y nosotros no manejamos esos procesos de manera consciente).

Una de las imágenes que creo podrían ser útiles está relacionada con el mundo vegetal, por ejemplo con la planta "Dionaea muscipula", más conocida como "Venus Atrapamoscas", está planta libera un néctar que atrae a las moscas a sus fauces y una vez que alguna entra, cierra su boca, la mosca queda atrapada y luego es desintegrada con algunos químicos que libera la planta. Esta planta hace esto por dos razones fundamentales, una porque en el suelo donde crece naturalmente no hay muchos nutrientes por lo tanto a través de los insectos complementa su dieta y la otra razón ciertamente relacionada con el ecosistema, por un control natural de la población de insectos.

Y con esto me salto al tabaco, naturalmente con alquitrán que se pega al pulmón, con nicotina que produce adicción y que en la mayoría de los casos de uso excesivo produce cáncer, es decir, mata a su usuario, y como es adictivo genera el incentivo necesario para que la planta se continúe reproduciendo a través de la intervención de su usuario, el humano.
Dicho desde esta perspectiva suena muy similar a la "Dionaea muscipula" una herramienta del ecosistema para el control natural de la población.

Otra imagen podría ser a través de un insecto llamado "Ampulex compressa" o también conocida como la "Avispa Zombie".
Esta avispa inyecta un veneno en el cerebro de las cucarachas que las somete a su voluntad, algo similar ocurre con otro tipo de avispa y las arañas.
En los dos casos, los insectos están sometidos a la voluntad de las avispas a través de ese veneno que la avispa inyecta en sus cerebros. Finalmente ocurre que la avispa utiliza los cuerpos vivos de los insectos para depositar sus huevos, luego cuando las larvas crecen, devoran los insectos desde dentro hacia afuera. Y en los casos más brutales, las larvas evitan los órganos principales del insecto para mantenerlo vivo el mayor tiempo posible mientras lo continúan devorando hasta desarrollarse por completo.

En esto también se puede ver reflejado el tabaco, primero hace un evidente daño a las capacidades aeróbicas, luego comienza a afectar la presión, el cerebro y posteriormente en algunos casos, el deterioro y reconstrucción interno es tanto que algunas células se vuelven locas y se presenta el cáncer que finalmente mata.

Así es la naturaleza, en muchos casos, despiadada, en ese sentido, este esbozo, esta comparación de las distintas estrategias de la naturaleza para controlar la población, para mí deja al tabaco en una posición similar a la Venus atrapamoscas, un néctar de nicotina que convence al cerebro de que es necesario su consumo o que que se inyecta en el cerebro y que en este caso yo estúpidamente consumo para dejar que la naturaleza me elimine o me mantenga en estado zombie mientras me consume desde de dentro hacia afuera.

Csm, me dio asco y una sensación de estúpidez permitiendo que la naturaleza me elimine tan fácilmente. Csm..., En fin, una tremenda estupidez la adicción al tabaco y en términos de control de población, cualquiera en realidad.

martes, 16 de abril de 2019

SIEMPRE EN MOVIMIENTO, SIEMPRE AGIL PERO CAUTELOSO



Hace un año comencé a retomar todo lo que perdí mientras caía al fondo del fracaso.
Fue un año intenso, aprendí mucho de lo que me faltaba, gané humildad, templanza, prudencia y me marque de por vida con un mantra en contra de mi inercia.

Lo que más recordé en estos años fue una de las frases más repetidas y aconsejadas de la historia "No hay que dar por sentado las cosas", todo puede cambiar siempre y por eso hay que estar siempre en movimiento, siempre ágil pero cauteloso.

Pues bien, ya terminé de reconstruir mi punto cero, es decir, estoy en la misma posición que estuve antes de iniciar mi proyecto, tranquilo, estable y con todo lo necesario para una vida llevadera y tranquila. 

Entonces, ahora que...

La experiencia fue cruda, recuerdo sentirme extremadamente vulnerable, en momentos igual como quizás se sienten los vagabundos o religiosos con votos de pobreza, dependiendo de la misericordia de las personas.
Es necesario que decir eso si que tengo grandes amigos que me tendieron la mano y que hicieron que esos momentos difíciles fueran llevaderos, les agradezco a todos ellos y a Dios por haberlos puesto en mi camino.

Entonces, como quedé, ¿Sin ganas, o de nunca más emprender algo?, ¿Con ganas de aferrarme a algo seguro y de ahí no salir nunca jamás?

Para nada, al revés, con más ganas, así como aprendí una enormidad de mis errores, también me di cuenta que este es mi camino y en este minuto en que volví a foja cero ya tengo la estabilidad necesaria para recomenzar. 
Las condiciones de este nuevo comienzo son lo que aprendí de este proceso que se puede resumir en el título:
"Siempre en movimiento, siempre ágil pero cauteloso"

domingo, 7 de abril de 2019

EN LO CIERTO Y EQUIVOCADO, CIERRES DE EXPERIENCIAS



Ya es algo que tenía claro, mi percepción de las situaciones tiene el sesgo de mis propias experiencias. Algo normal, de eso se tratan las opiniones, un juicio, una visión de las cosas para un momento determinado.

Hoy tiene una connotación distinta para mí, hay una responsabilidad implícita de la que quizás antes no estaba tan consciente.

Siento que en estos días hice un cierre inesperado de un largo proceso de duelo. Duelo de una versión de mí mismo del pasado.
Fue algo extraordinario para mí, de alguna manera siento que me liberó, siento que quizás ya por fin ya se cerró mi proceso de sanación y creo que puedo decir que lo que soy hoy, es aquello que quiero ser, con mucho por mejorar pero, como todos, uno nunca deja de aprender y de crecer.

Hace un par de semanas estaba preparando mi primer video de YouTube de al menos 100 que tengo en carpeta para desarrollar, todos tienen un enfoque social, tienen la intención de ser un mensaje para aquellos que están como mi yo del pasado, buscando respuestas y claves para vivir sus vidas de la mejor manera posible de acuerdo a la historia de cada uno. Todos tenemos objetivos similares, la única diferencia es de que camino empezamos y para mí, la idea de ese inicio, es que sea la mejor versión posible que puedas alcanzar con el fin de que en la corta vida que tenemos, lo que consigamos al final sea algo nuestro e idealmente no ocurra, que al final, nos demos cuenta que eso que alcanzamos no es lo que esperábamos. Dicho como los prisioneros, que no "quedemos pateando piedras", sino que sea la culminación de una serie de decisiones que hayas tomado en forma libre, pensando en ti y no en lo que otros hayan definido para ti, de buena o mala, manera o intención. 

Ocurrió que esta última experiencia, este cierre, movió mi aguja, modificó la dirección de mi brújula, ningún cambio de 180 grados, nada de eso, solo un par de grados, y que afecta sólo en el tono de mi mensaje, no en el fondo, pero que para alguien que tenga la intención de comunicar, sobre todo en cosas de la vida, no es algo que se pueda tomar a la ligera, como le decía a un amigo, yo quiero ayudar, quiero construir, así que lo que diga tiene que ser bueno y positivo para quien lo escuche.

En fin, creo que la moraleja de este cierre de ciclo es que cada experiencia que transmita debe ser con una clara letra chica de que lo que comparto son experiencias muy personales que no necesariamente representan el correcto resultado de las cosas, ni tampoco son una guía del que hacer para uno u otro caso, simplemente son experiencias que pueden o no tener sentido para algunos, si lo tienen enhorabuena porque seguramente tendrán algo de utilidad, pero con la salvedad de que cada respuesta tendrá siempre los matices del mundo interior de cada uno.

sábado, 6 de abril de 2019

EL AMOR, TRASCENDENTE PARA LA DIRECCIÓN DE LAS COSAS IMPORTANTES




Buscando mis propias respuestas he analizado varias vidas a mi alrededor, he escuchado atentamente cientos de historias y el factor común para un buen resultado ha sido el amor. No el amor sólo de palabra, sino que el amor real de las dificultades, en los momentos cuando es necesario, cuando al parecer no hay alternativas o soluciones, está esa persona que demostró amor, que entregó compasión, amparo, seguridad o alguna caricia desinteresada en el momento oportuno y de forma consistente. Una persona que hizo que lo demás pareciera pasajero o no tan importante, esa es la persona que permitió que la vida continuara.

El amor no está en las cosas, tampoco en las buenas intenciones, ni en algún lugar físico específico, el amor está en las personas, en el resultado de una acción conjunta entre palabras y acciones. Ahí está el amor.

Pudieran existir las peores condiciones infrahumanas, las peores situaciones y vejaciones, pero si hubo amor en alguna parte, aunque haya sido una pequeña, ínfima ventana, ya sea en forma concreta o de recuerdo, pero que hubiere sido consistente y verdadera. Todo pasa y el amor lo cura.

No es algo que hoy me agrade tanto entender, básicamente porque no lo domino bien, porque me deja en una posición que no me gusta, como un neófito que no maneja algún tema importante.

Pero mi última experiencia lo confirmó, ya lo sabía teóricamente y también en mi presente con mi hijo, pero no tenía la prueba de que pudiera afectar mi pensamiento, mis conclusiones, mi forma de entender el mundo.

Este mismo pensamiento queda como una serie de ideas subjetivas y relativistas, eso es lo que no me gusta, pero es, así que aun siendo yo lo pragmático que sea, sería un tonto si mantuviera una posición que no incluyera esta nueva cosa subjetiva, relativa, indefinida y ambigua que afecta tan profundamente a la dirección de las cosas.