Hoy se cierra un capítulo de mi vida, de mis orígenes. Hoy, en el día del padre, mi padre ha dejado este mundo. A mi parecer, un descanso para él, hacía tiempo que ya no disfrutaba la vida a su gusto, al estilo cowboy.
Tuvo una vida difícil, con toda la rigurosidad necesaria para formar a un cowboy de tomo y lomo, el John Wayne, como lo llamaba un amigo suyo. Muy joven hizo su vida independiente alrededor de los 17 se fue de la casa a probar suerte, un patiperro, vivió en distintas ciudades y finalmente se radicó en Punta Arenas, ciudad en donde vivió la mayor parte de su vida, disfruto, viajo y fue muy feliz.
Desde el punto de vista familiar, quizás es el único punto que él hubiera deseado hacer diferente, ya que la mayor parte la vivió en su ley, a lo John Wayne. "El que muere, muere", era su dicho más popular.
Hoy se apagó la luz de este cowboy y tengo la sensación de que se fue en su ley, a lo John Wayne, un final relativamente duro, pero con cierto estilo.
Quizás de todo este proceso, me quedo con la enseñanza de que en general, la familia es lo más importante, y es necesario darle el cuidado que requiere, para mantener siempre vivo el calor de la sangre común.
Me quedo tranquilo, sé que él está tranquilo, volviendo a ser parte del todo, mejor, con mi Dios, ahí me esperará para que nos reencontremos algún día y tengamos otra oportunidad de hacer una vida nueva, renovada, más feliz!. Siento que hablamos todo lo que era posible y necesario para un cowboy, nada quedo pendiente, quizás falto un último abrazo, pero finalmente, lo más importante, es que se fue en su ley, a lo rudo, a lo riguroso, a lo final de western.
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