domingo, 13 de marzo de 2022

MIS DESCUBRIMIENTOS // SOBRE QUE NINGUN TRABAJO ME GUSTA


Siento que después de escribir ese pensamiento en donde descubrí/acepte que ningún trabajo me gusta, cambió mi percepción del trabajo. Primero desde el punto de vista práctico, de forma casi inmediata, de hecho al día siguiente de escribir el pensamiento cuando estaba evaluando que trabajo iba a buscar, me pregunté: 


Si en realidad no me gusta ningún trabajo, entonces, ¿Qué sentido tiene cambiarme de trabajo?


Hice un pequeño ejercicio mental de proyectarme en ese trabajo nuevo y habría pasado lo que ocurre en todos los trabajos, es decir, que el primer o segundo año hubiera sido interesante, luego se vuelve una monotonía, me aburro del trabajo y finalmente comienzan a molestarme las incongruencias de liderazgo en la dirección de la empresa y me decepciono del doble discurso.

La decepción por el doble discurso es casi inevitable en todo lugar, porque es extremadamente difícil practicar la sinceridad en los trabajos, yo diría que en el 90% de los casos, la mayoría de los líderes optan por ser poco transparentes, sin necesidad de hacerlo, solo por prejuicios o una falta de competencias para comunicar, y eso siempre genera un doble discurso que por lo menos a mí, me incomoda.


Entonces, si todo se va a repetir, ¿Qué sentido tiene cambiarme de trabajo?


Y efectivamente la respuesta es: ninguno, no tienen ningún sentido cambiarme de trabajo si será simplemente para llegar a lo mismo.


Desde el punto de vista financiero tiene ventajas cambiarse, cuando estaba analizando el cambio de trabajo definí que el plan de cambio que iba a desarrollar sería trabajar 1 año en un cargo estratégico, con un sueldo levemente superior al que tengo hoy y el segundo año cambiarme por el doble. Eso es algo que se puede hacer en algunos cargos que son estratégicos en las empresas.


Pero me surgió otra pregunta, ¿Es realmente necesario?, porque sea como sea, el cambio de trabajo, existe una inversión de tiempo, y en este caso serían 2 años, en donde mi tiempo libre se vería afectado por las nuevas responsabilidades, hasta llegar a un equilibrio, que pudiera o no, dejarme con mi tiempo libre sin interrupciones y con acceso a algunas libertades.


Entonces, ¿Realmente vale la pena?


La verdad es que no, con lo que gano hoy puedo vivir sin problemas, mi hijo está trabajando, no tiene intenciones de estudiar por ahora, mi vida es austera, no necesito auto, no necesito ropa especial, no necesito ir a lugares especiales, aun no quiero viajar, no estoy en una relación y hasta el momento, no pretendo estarlo tampoco.

Por este lado, la verdad es que no necesito más dinero.


Por otra parte como ya descubrí que ningún trabajo me gusta y que además tiene poco sentido cambiarme, lo que tengo que hacer son negocios.


Y respecto de los negocios, ¿Necesito dinero para desarrollar mis negocios?, tampoco, todas las ideas de negocio que tengo, necesitan inversión de tiempo y trabajo, pero no requieren inversión en dinero.


Así que finalmente me cambiaría sólo si ocurre alguna de estas situaciones

- Que el ambiente laboral en donde trabajo hoy se destruya y se convierta en algo desagradable.

- Que alguna necesidad de modificación de funciones interna en la empresa perjudique mi tiempo y libertades.

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