sábado, 26 de octubre de 2019

NADIE TIENE LAS RESPUESTAS QUE YO BUSCO



Estaba escribiendo un pensamiento acerca de mis inseguridades y en el proceso me topé con uno de sus orígenes.

Desde pequeño mis interacciones sociales fueron deficientes. Un sin fin de razones me transformaron en un desadaptado emocional.

Amistades, familiares, hijos, parejas, no sabía como relacionarme bien con ninguno de esos ambientes. 
En mi adolescencia busqué claves a mi alrededor, que me permitieran comprender, interactuar con otros, comportarme, jugar, relacionarme,  desarrollar interés por los demás, compartir, querer, amar, algunos valores sociales, es decir, necesitaba orientación para todo.

Para aprender comencé a mirar muy de cerca la gente que tenía alrededor, para mí las personas "emocionalmente normales", eran como un ejemplo a seguir, recuerdo que muchas veces me imaginaba teniendo la habilidad de una persona o de otra, admiraba esas características.

Lo que descubrí ahora es que esa necesidad de rodearme con ese tipo de personas en ese tiempo era una forma de dependencia, mis propias carencias guiaban mis decisiones, en vez de mis intereses reales.

Recuerdo que era extremadamente común que yo hiciera alguna estupidez o que reaccionara estúpidamente a diversas situaciones, básicamente era el reflejo de lo que no tenía. Tuve amigos que se sensibilizaban con esa condición y otros, no amigos, con similares carencias a las mías que usaban esas situaciones para sentirse mejor con ellos mismos, o simplemente para burlarse un rato y sacar una risa fácil.

Aquello que me faltaba, de alguna manera me hacía prisionero, por mucho tiempo no tomé decisiones de con quien compartir, es decir, mis interacciones eran motivadas más por mí dependencia que por una conexión real.

Con este pensamiento, me di cuenta que ese tiempo donde yo buscaba pertenecer a cualquier lugar, espacio o grupo, quedó atrás.
Hoy día, sólo quiero pertenecer y rodearme con  lo que me identifique desde la médula, el resto no me interesa, no en el mal sentido, sino desde la perspectiva de que hay gente para cada espacio.

Por otro lado, hoy soy una persona distinta a la que fui alguna vez, así que también se da que algunas personas que fueron mis amigos, hoy en día no necesariamente lo serán, puesto que se perdieron muchas cosas de las que quizás teníamos en común.

Con todo esto llegué a la conclusión de que hoy en día soy un poco más libre, hoy tomo decisiones por los intereses que yo mismo he descubierto y respecto de las interacciones antiguas y las nuevas, probablemente será caso a caso, habrán personas con las que ya no tengamos nada en común y otras con las que será como si no hubiera pasado el tiempo.

Soy más libre que antes, hoy en día no existe nadie en el mundo que pueda entregarme las respuestas que yo busco.
Esto no significa que yo tenga todas las respuestas o que aquellas que tengo sean correctas, solo significa que ya no necesito imitar a nadie, yo construyo mis propias conclusiones y caminos.

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