jueves, 25 de octubre de 2018

DIOS - MIS AGRADECIMIENTOS A DIOS


Estaba pensando en cómo expresar algo tan importante de la manera más cercana posible a la idea que realmente tengo en mi mente.
Quizás si solo dijera que alabo intensamente la presencia de Dios en mi vida, lo resumiría, pero eso no es suficiente. No porque no resuma lo que siento, sino porque, si hay algo que aprendes de Dios cuando tratas de encontrar el sentido de su existencia, es que si llegas a sentir que Dios es realmente algo concreto, entonces, es una experiencia que debes transmitir a otros, no con el objeto de convertir, sino simplemente porque si recibes algo totalmente gratis, inagotable y que es increíble, serías un muy mal ser humano sino compartieras y pregonaras lo asombroso que es cuando permites que Dios te ayude.


Dios ha sido el evento más trascendental que ha ocurrido en toda mi vida. Y no me refiero por el hecho de que piense que como es el motor inicial del principio, sea evidente que es lo más trascendente, sino que es porque la vida que tengo hoy es totalmente distinta de la anterior.


A través de Dios comprendí la importancia de mi vida.
A través de Dios entendí la importancia de mi hijo.
A través de Dios descubrí lo fantástico de la naturaleza.
A través de Dios aprendí la importancia de mi propósito como ser humano.


A través de Dios descubrí que la vida es profunda, que la vida está en las personas, en el mundo, en la naturaleza, que la vida se acaba en un abrir y cerrar de ojos y que no vale la pena hacer búsquedas que no estén a la altura de lo precioso que es el tiempo en que estás vivo.


Día a día siento como sutilmente Dios me entrega un bloque más para construir mi propio, personal y único camino. 
Cada vez que llega un nuevo bloque primero vibro con lo sorprendente que es tener una mano invisible que deja pistas para seguir y siento como si estuviera un paso más cerca de mi plenitud personal.


Hoy recibí un bloque nuevo, uno más de cientos que he recibido desde que aprendí a observar con atención las pistas que deja esa mano invisible. Donde sea, como sea, donde llegue, lo que complete y lo que deje. Nada es realmente tuyo, no tienes el control de nada y no existe certeza de nada, en un mundo como ese, pocas cosas tienen más sentido que buscar la plenitud de tu esencia, todo el resto son detalles.

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