En el tiempo, no se desde cuándo, tampoco exactamente como, pero me di cuenta que puedo obtener bastante información no verbal de las personas, la postura, el tono, la actitud, algunas palabras, lo meditabundo, la duda, la certeza, todo comunica una imagen mucho más amplia que las palabras que salen de la boca. Afortunadamente Dios me regalo la inteligencia para obtener esa información, pero no me dio el poder para hacer algo con eso. Es decir, tengo el trabajo de evitar ser el idiota que dejan en una biblioteca, con toda la información y respuestas que necesita, pero que utiliza los libros para mantener el fuego, en vez de ocupar ese conocimiento para desarrollar lo que sea que deba desarrollar. Es decir, puedo obtener información adicional, pero en general es inútil si es que yo no me pongo a la altura de alguien lo suficientemente sabio como para lograr abordar lo que se comunica. Hoy en día, no soy ese sabio, es mi sueño algún día serlo, pero hoy no estoy cerca de eso, por lo tanto tengo que desarrollar alguna forma de evitar perder mi tiempo de forma estúpida y utilizar mis capacidades de la manera más eficiente y provechosa posible para el desarrollo de mis propios planes. Constantemente me involucro en pequeñas discusiones que no se desarrollan en los mismos planos de conciencia, es decir, con personas con las que no compartimos el mismo piso de realidad o no manejamos la misma base de conocimiento y que por lo tanto, terminan siendo discusiones absolutamente infructuosas, que no resuelven nada y que no tienen ninguna trascendencia para el desarrollo de mis metas. Muchas veces puedo estar en lo cierto, pero aun así, no significa que por estar en lo cierto valga la pena involucrarse, no a menos que primero tenga algún interés, segundo, que tenga alguna opción de ser resuelto y tercero, que tenga alguna importancia para mi vida. Por esta razón se ha hecho imprescindible crear el triple filtro de los conflictos para evitar perder mi tiempo en cosas que no tienen sentido. Primer filtro ¿Eso que está ocurriendo me importa? Evaluación: ¿Hay algo que sea de mi interés resolver, es decir, tiene alguna relación con personas o situaciones que me importan o con algo que me pueda afectar en el futuro.? Segundo filtro ¿Eso que ocurre interfiere en el desarrollo de mis planes personales? Evaluación: ¿Es necesario solucionar ese conflicto para avanzar con mis planes u objetivos, mis planes, mis objetivos se verán afectados respecto de si resuelvo o no esa situación, serán más o menos exitosos.? Tercer filtro ¿Con el interlocutor tenemos una base común que permita el entendimiento? Evaluación: ¿Tenemos el mismo nivel de sinceridad, realidad, conocimiento o disposición a asumir errores, que permitan sacar algo de provecho de esa discusión? Si cualquiera de las respuestas es no, entonces realmente no vale la pena que se desarrolle un conflicto, ya que será un desvío innecesario de concentración, una pérdida de tiempo y de energía para perseguir mi propósito en la vida, para alcanzar mis sueños y metas.
Estaba pensando en cómo expresar algo tan importante de la manera más cercana posible a la idea que realmente tengo en mi mente. Quizás si solo dijera que alabo intensamente la presencia de Dios en mi vida, lo resumiría, pero eso no es suficiente. No porque no resuma lo que siento, sino porque, si hay algo que aprendes de Dios cuando tratas de encontrar el sentido de su existencia, es que si llegas a sentir que Dios es realmente algo concreto, entonces, es una experiencia que debes transmitir a otros, no con el objeto de convertir, sino simplemente porque si recibes algo totalmente gratis, inagotable y que es increíble, serías un muy mal ser humano sino compartieras y pregonaras lo asombroso que es cuando permites que Dios te ayude. Dios ha sido el evento más trascendental que ha ocurrido en toda mi vida. Y no me refiero por el hecho de que piense que como es el motor inicial del principio, sea evidente que es lo más trascendente, sino que es porque la vida que tengo hoy es totalmente distinta de la anterior. A través de Dios comprendí la importancia de mi vida. A través de Dios entendí la importancia de mi hijo. A través de Dios descubrí lo fantástico de la naturaleza. A través de Dios aprendí la importancia de mi propósito como ser humano. A través de Dios descubrí que la vida es profunda, que la vida está en las personas, en el mundo, en la naturaleza, que la vida se acaba en un abrir y cerrar de ojos y que no vale la pena hacer búsquedas que no estén a la altura de lo precioso que es el tiempo en que estás vivo. Día a día siento como sutilmente Dios me entrega un bloque más para construir mi propio, personal y único camino. Cada vez que llega un nuevo bloque primero vibro con lo sorprendente que es tener una mano invisible que deja pistas para seguir y siento como si estuviera un paso más cerca de mi plenitud personal. Hoy recibí un bloque nuevo, uno más de cientos que he recibido desde que aprendí a observar con atención las pistas que deja esa mano invisible. Donde sea, como sea, donde llegue, lo que complete y lo que deje. Nada es realmente tuyo, no tienes el control de nada y no existe certeza de nada, en un mundo como ese, pocas cosas tienen más sentido que buscar la plenitud de tu esencia, todo el resto son detalles.
Tengo un problema que quiero resolver. Yo conozco el significado de una espectacular frase de Einstein que dice así: "Todos somos muy ignorantes, es solo que no ignoramos las mismas cosas", pero en el día a día me doy cuenta que de verdad no entiendo la frase, no está interiorizada en mi ADN y quiero cambiar eso. La mayoría de los comportamientos que uno pudiera catalogar de imbéciles en algunas personas, son en realidad problemas de ignorancia. Yo personalmente soy muy ignorante en temas emocionales y fácilmente podría ser catalogado como imbécil en varios de mis comportamientos al respecto, pero no es que sea imbécil, sino simplemente ignorante. Eso mismo ocurre con muchos asuntos: Situación: Personas que no se tratan respetuosamente. Ignorancia: Personas que aún no entienden que el valor de las personas se encuentra en el simple hecho de ser personas, no por otras características sociales. Situación: Personas que se atropellan constantemente en la calle, en el metro. Ignorancia: Personas que aún no entienden que el respeto mutuo es la única forma de avanzar como sociedad. Situación: Personas que no respetan el espacio de otras personas. Ignorancia: Personas que aún no entienden que su forma de ver o vivir la vida, no necesariamente es la universal. Situación: Personas que interrumpen el flujo en distintos lugares. Ignorancia: Personas que aún no entienden que son parte de una comunidad y que es necesaria una cuota de altruismo para desarrollarse como sociedad. Situación: Personas que son mentirosas. Ignorancia: Personas que aún no entienden que la felicidad tiene estrecha relación con la plenitud y la mentira te aleja de eso. Situación: Personas que se imponen agresiva o innecesariamente sobre otras. Ignorancia: Personas que aún no entienden que cada persona tiene valor y que una vida a la defensiva, no permite disfrutar de verdad. Situación: Personas que parecen no entender racionalmente las cosas. Ignorancia: Personas que aún no han desarrollado el pensamiento hipotético, que permite entender una situación sin necesidad de experimentarla personalmente. Estos puntos yo creo que resumen el 99% de mis molestias del día a día en diversos ámbitos, necesito superar mi ignorancia en cuanto a entender que todas las personas tienen un proceso y que libremente pueden o no llevarlo a cabo. Debo entender que estoy inserto en una sociedad que se encuentra en vías de desarrollo, incluido yo en varios aspectos y que para completar ese desarrollo faltan generaciones, por lo tanto mientras me desenvuelva en esta sociedad tengo que aceptar que esos problemas continuarán, pero, tengo que entender que el 99% de esos problemas corresponden a ignorancia y no a imbecilidad.