jueves, 9 de agosto de 2018

PENSAMIENTO 233


PENSAMIENTO 233

7 años son los que llevo escribiendo mi historia, 232 pensamientos "formales" y millones de ideas que los construyeron. 
El escribir no fue al azar, comenzó como una forma de sanar, como una terapia, sacar todo lo interior, ver qué tiene sentido, comprender, entender y reconstruir. 

Aprendí que todos los estados son importantes y necesarios, ninguno más ni menos que el otro, ya que de eso se trata sanar y mantenerse saludable, de vivir todo lo que hay que vivir, entendí que es necesario sufrir cuando hay que sufrir, llorar cuando hay que llorar, lamentar lo que hay que lamentar, reír cuando hay que reír, alegrarse cuando hay que alegrarse, disfrutar cuando hay que disfrutar, celebrar cuando hay que celebrar, dar las gracias cuando hay que dar las gracias, pedir perdón cuando hay que pedir perdón, crecer cuando hay que crecer, cambiar cuando hay que cambiar y pensar cuando hay que pensar. 

Entendí que en las historias existen todos los papeles, actores principales, participantes, extras, observadores, tramoyas, peatones, responsables e ingenuos, gente piadosa, malvada o indiferente, donde cada uno en su rol, teniendo o no conciencia de lo que hace, de donde está o del cómo interviene, está siempre sujeto a su propio "Karma", o a las consecuencias de sus propias acciones. 

Entendí que yo no tengo categoría de juez para administrar castigos, pero tampoco de mártir para llevar culpas de otros. 

Hoy veo mi pasado con calma. 
Hoy puedo recorrer cada momento sin el dolor de una herida abierta, sino con la serenidad de un historiador que reconoce cicatrices. 

Entendí que sanar no se trata de olvidar, ignorar u omitir, sino que de aceptar, reconocer y empoderarte de tu pasado. 

Este pensamiento 233 es especial, es para vaciar algunos recuerdos, unos que me generan vergüenza o incomodidad y otros que simplemente tengo la necesidad de compartir. 

Los comparto porque quiero comunicar desde todo lo que soy y para eso, no puedo tener recuerdos escondidos, vetados u omitidos. 
Lo que soy es en parte lo que he superado y lo superado siempre está sobre la mesa de conversación y en mi conversación seguramente en algún momento estarán estos recuerdos. 

Lo que quiero compartir ocurrió antes de mis 12 años. 
Son recuerdos relacionados con el sentido de pertenencia, violencia sicologica y abusos, todo esto fue parte de lo que me llevó a lugares de los cuales tuve que volver después, todo esto generó un daño que tuve que reparar. 
Ese camino de vuelta, esa reparación interior, es lo más valioso de todo, que si Dios quiere compartiré más adelante, el camino de vuelta, la reconstrucción. 

Desde que tengo memoria me crié en entornos hostiles, creo que no tiene sentido describir todo el detalle así que me limitaré a algunos recuerdos:

Pertenencia y violencia sicologica

Materna 
- El primer recuerdo que tengo de mi infancia, escuche ruidos en el primer piso, baje a ver y mi madre me tira una silla gritando, "Sal de aquí conchetumadre". 
- Recuerdo que mi padrastro siempre me decía que me debía ir donde mi padre, siempre controlaba lo que comía diciéndome que el pagaba esas cosas y que yo no pertenecía a esa casa. 
- Recuerdo varias veces en que compraban comida aparte para comer y a mi me daban lo de ayer o lo que sobraba. 
- Recuerdo a los hijos de mi padrastro diciéndome que yo no tenía porque estar ahí y que esa no era mi casa. 
- Recuerdo a mi madre diciéndome que si mi papá no daba plata me iba a tener que ir de la casa a vivir con él, así que tenía que cobrarle. 
- Recuerdo aprender a mentir observando a mi madre. 
- Recuerdo haber cubierto mi pieza de lanas por todos lados para que cuando fueran en la noche los hijos de mi padrastro me despertara antes para defenderme. 
- Recuerdo haber imaginado cientos de cosas de niño para defenderme pero ninguna resultó. 
- Recuerdo haber ido en camioneta con mi padrastro borracho intentando tirar hacia abajo a mi madre mientras la camioneta iba andando. 
- Recuerdo a la hermana de mi padrastro como una persona maligna y venenosa, diciéndome cosas malas de todo. 
- Recuerdo a mi madre echándome de la casa innumerables veces. 
- Recuerdo la injusticia de recibir golpes de manguera de mi madre por cosas insignificantes mientras todas las otras quedaban impunes. 
- Recuerdo a mi madre no hacer nada respecto de nada. 
- Recuerdo haber llorado muchas veces amargamente. 
- Recuerdo pensar que mi madre no me quería. 
- Recuerdo haber comenzado a odiar a mi madre. 
- Mi madre también hizo cosas buenas pero fueron más las malas.
- Mi madre seguramente me quiso harto a su manera, pero mayor fue el amor por si misma. 

Paterna 
- Recuerdo llegar a la casa de mi padre y ser recibido por su mujer diciéndo: "Ya llegó el huacho", "¿Tu no tienes casa que vienes para acá?" 
- Recuerdo a las hijas de mi padre tomar la misma actitud de su madre. 
- Recuerdo el desprecio constante en la casa de mi padre. 
- Recuerdo a mi padre borracho la mayor parte del tiempo en que compartía con él. 
- Recuerdo estar esperándo sentado en la barra de distintos bares escuchando a otros borrachos. 
- Recuerdo haberlo esperado muchas veces sin que llegara. 
- Recuerdo a mi padre no hacer nada respecto de nada. 
- Recuerdo haber llorado muchas veces amargamente. 
- Recuerdo pensar que mi padre no me quería. 
- Recuerdo haber comenzado a odiar a mi padre. 
- Mi padre también hizo cosas buenas pero fueron más las cosas que no hizo. 
- Mi padre seguramente me quiso harto a su manera, pero mayor fue el amor por si mismo. 

Abusos
Esto creo que ocurrió alrededor de mis 7 y 9 años quizás. 
- Recuerdo una mujer de quizás el doble o más de mi edad que iba a la casa cuando no había nadie, me decía que íbamos a jugar al papa y la mamá y me tocaba y besaba por todos lados, esto ocurrió varias veces. 
- Recuerdo un hombre de quizás el triple de mi edad, que al parecer era gay, que me dijo que quería jugar un juego, me dijo que sacara mi pene y me practicó sexo oral, por suerte fue una sola vez.

En General 
- Recuerdo haber tenido la noción de tener hermanos, pero no contar con ninguno, luego entendí que todos estaban por todos lados y a la deriva igual que yo. 
- Recuerdo haber sentido que no pertenecía a ningún lugar. 
- Recuerdo estar completamente solo, sin posibilidad de recurrir a nadie. 
- Recuerdo haber sentido que nadie me quería y que a nadie le importaba. 
- Recuerdo haber deseado morir. 
- Recuerdo haber deseado que todos se murieran. 
- Recuerdo haber odiado a todo el mundo que tuviera lo que yo no. 
- Recuerdo haber cortado mis brazos con cuchillos (cortes de niño, por suerte ninguno que fuera peligroso) 
- Recuerdo haber puesto en riesgo mi vida muchas veces, gracias a Dios a través de increíbles casualidades es que hoy estoy vivo. 
- Recuerdo cuando decidí que mis padres no merecían llamarse mis padres, desde ese tiempo se destruyó el cariño. 
- Recuerdo muchas otras cosas, pero no es necesario enumerar todo.
- Los recuerdos buenos que tengo de mi infancia son muy pocos y fuera de mi casa. 
- Todas esas cosas hicieron que mi visión del mundo fuera como de un mundo cruel donde la gente viene a sufrir y pasar cosas negativas, donde el más fuerte y con menos apegos emocionales es el que triunfa en ese mundo malo y agresivo. 

Las consecuencias para otros respecto de mi historia

- Estos acontecimientos me robaron la inocencia, mí niñez y me convirtieron en una manzana podrida, y eso es lo que más me molesta, porque con mi comportamiento afecté a otros niños y a personas de mi entorno. Todo esto fue antes de mis 12 años y la verdad es que no sé cuanto ni que tan profundo fue el daño que ocasioné a otros, pero el que haya sido me molesta, porque no fue una decisión mía. 
En esto me siento identificado con los niños robados de sus tribus en África para la guerrilla, corrompidos desde niños para hacer daño, así es como recuerdo mi niñez, con la diferencia que esa corrupción ocurrió en mi propia casa.

Mis molestias respecto de mi historia 

- Me molesta que el precio de la negligencia y despreocupación de mis padres se haya manifestado a través mio como una mala influencia o un problema para otros en mi infancia. 
- Me molesta todo el tiempo que he tenido que invertir para lograr superar mis carencias.
- Me molesta pensar en todo lo que pude haber sido con una infancia regular. 
- Me molesta la violencia que aprendí durante mi desarrollo que después fue consecuencia para otros. 
- Me molesta el sufrimiento que he ocasionado a otras personas por el pobre aprendizaje que tuve acerca de lo que es el cariño o el amor. 
- Me molesta que por responsabilidad de mis padres, yo tenga que soportar el juicio social de no tener una relación cercana con tus padres.
- Me molestan las consecuencias, algunas muy graves, de esa misma crianza en mis otros hermanos. 

Lo increíble, lo espectacular, lo rescatable

- Mi vecino, el Yoyo y su familia, ver una buena familia y darme cuenta que lo que yo vivía no era normal, me salvó de perder el norte.
- He realizado un recorrido increíble por toda mi vida, identificando cada momento, cada punto de inflexión, positivo y negativo, obtuve una línea de ruta de mi vida, vislumbre un camino y las fases de la reconstrucción de mi mismo.
- Fue a los 12 años mi bautismo, fue increíble, ese fue el primer punto de inflexión en mi vida respecto de mis acciones, mi primer acercamiento con Dios.
- En las asombrosas casualidades de la vida que me han permitido estar aun aquí, en todo el proceso que he realizado para comprender mi camino y el mundo, descubrí en forma consciente mi propia conclusión de quien es Dios.
- Descubrí que vivimos en un mundo tan increíblemente dinámico, complejo e interconectado, que tu parte, nunca depende solo de ti.
- El entender mi propio camino, me ha entregado una llave para lograr comprender otras vidas.

La vida que he vivido

Respecto de las cosas que he descubierto o que comprendo hoy, creo o pienso que hubieran sido extremadamente difíciles de descubrir sin que haya vivido mi vida y solo por eso, no me atrevería a cambiar el pasado, por lo tanto, acepto mi pasado, mi presente y mi futuro.

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