miércoles, 15 de noviembre de 2017

ESPERANDO EL MOMENTO OPORTUNO



La vida es una constante montaña rusa, un ir y venir de emociones, situaciones, errores, aciertos, problemas, casualidades, causalidades, buenaventuras, encuentros y desencuentros.
No importa la edad, tiempo, momento, lugar, país, nacionalidad, dinero, necesidades, deseos, oportunidades o desventajas.
Sea donde sea y sea como sea, la vida siempre será de idas y vueltas, de subidas y bajadas.
Hoy, en esta montaña rusa, me encuentro a mí mismo esperando el momento oportuno, ese momento cuando todo está tranquilo y estable, cuando el trabajo va bien, cuando la familia está bien, cuando sientes que puedes tomar algunos riesgos, cuando al parecer todo está perfecto para empezar.
Pero, me pregunto, ¿realmente existe ese momento perfecto?. Lo último que aprendí, en un proyecto hace algunos meses, es que independiente de que yo crea que estoy pensando en todo, siempre estaré dejando algo fuera, así como infinito es el universo, infinitas serán las posibilidades, jamás nunca podré considerar todo, esto sería algo así como asumir de verdad y con profundidad la frase "Daría todo lo que sé por la mitad de lo que ignoro"
Entonces, me pregunto, en esta gran e increíblemente incierta montaña rusa, ¿Cuándo es el momento oportuno?, ¿Cuál es el momento indicado para hacer aquello que estás pensando?
Y aunque hasta aquí ya se siente obvia la respuesta, combinando factores adicionales como, la imposibilidad de predecir el futuro, la fragilidad de nuestro cuerpo y la incertidumbre de nuestro tiempo.
Con todo eso, creo que he llegado a la conclusión de que en realidad el "momento oportuno" no existe y el error es inevitable, y mientras más tiempo pase, más tiempo se pierde para solucionar tu próxima equivocación. Y no me refiero a comenzar a hacer cosas sin pensar, sino a entender que siempre faltarán cosas y habrán problemas, nunca será el momento perfecto y si esperamos a resolver todo para trabajar en lo que pensamos, puede que nunca logremos llevarlo a cabo o hagamos mucho menos de lo que podríamos, si no hubiéramos perdido tanto tiempo en esperar el momento oportuno.
Creo que el momento es siempre, es constante y el error es seguro, así que no tiene sentido esperar momentos propicios.
Por lo que desde ahora quiero empezar a invertir los papeles y no esperar a encontrar el momento oportuno, sino, dejar que el momento oportuno me encuentre mientras estoy trabajando en lo que quiero.

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