domingo, 25 de noviembre de 2012

Una noche de aquellas.


Te miro y algo me pasa, siento el deseo de tenerte, es una necesidad, es el deseo que se abre paso, me acerco, bailamos, te sostengo intensamente contra mi cuerpo, nos rozamos, se siente la excitación, la veo en tu cara, en tus labios entre abiertos, tus ojos rendidos, me excita verte entregada, me motiva, me dices al oído con voz muy frágil…, no, es que no puedo…, Nuestros labios se rozan, no te beso, solo rozo tus labios, quiero llevarte más allá, tu cuerpo dispuesto, tus brazos se moldean alrededor de mi cuello, siento tu cintura, tu espalda, siento tu cuerpo, relajada, liberada, entregada, eso me enciende. Bailamos y ya no importa la música, ahora la melodía es del cuerpo, rozo tu cuerpo, tu cuello, tu oreja, siento tu aroma y me prende, quiero tenerte, nos rozamos…, con voz tenue me dices al oído…, cuidado con lo que provocas…, y ya no importa nada, ahora ya no pienso, es solo el deseo que lo controla todo.

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