domingo, 11 de marzo de 2012

El Viejo Continente

Conocí el viejo continente y en mi mente ronda la idea de los años que requirió al viejo continente convertirse en eso… en el viejo continente, los procesos que debieron vivir. Personas iguales que yo, que nacen, crecen y se desarrollan pero que ahora gozan de la ventaja cultural. Iguales a mí, a mi sociedad, pero con sus conciencias en un lugar diferente al mío, un lugar al que difícilmente llegare alguna vez, ya que el condicionamiento te direcciona y yo soy producto del condicionamiento de mi sociedad, con esto quiero solo expresar que se siente (para mi) conocer un lugar donde la cultura ha hecho su avance, Puedo expresarlo con la idea de Felicidad, del que busca desarrollarse en sociedad, donde la felicidad se compone de diversos factores, una combinación de progreso, respeto, igualdad, justicia, sabiduría, madurez, éxito, ahora bien, eso es una cultura desarrollada. Pero es imposible no comparar, y el conocer todo eso, está eclipsado por la certeza de no conseguirlo, nunca verlo y no disfrutarlo en forma personal, sabiendo que para nuestra sociedad no lo será, por lo menos en este siglo. Me produce una sensación muy leve, muy pequeña de desilusión o sana envidia, no lo sé, el saber que una gran parte de esa sociedad ya existe para quien quiere vivirla, solo que en otro lugar.  Un lugar que ciertamente nunca será el mío, ya que yo soy hijo del tercer mundo y un enamorado hijo del tercer mundo, que es cariñoso, amable, cálido, cercano, fervoroso y esperanzado.
Pero la opinión tiene que ser dicha y mi testimonio escrito,
¿Existe una diferencia impresionante en cultura y educación?, Si,
¿Existe una diferencia brutal en la igualdad y justicia?, Si.

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