Ayer fue la primera vez en mi vida que vivo una navidad familiar sintiendo que pertenezco.
Por muchos años la navidad para mí era una fecha para recordar lo que yo no tenía en cuanto a familia.
A lo largo del tiempo he vivido la navidad con distintas familias, pero siempre me sentí ajeno.
Yo creo que, por dos cosas, porque hacia la comparación entre lo que yo no tenía y porque aún tenía heridas de vida por sanar.
Pero como en la mayoría de las cosas que me han pasado desde que terminé mi proceso personal, esta navidad pude estar totalmente presente, pude recibir cariño sin cuestionarlo, pude dejarme invitar y sentir la pertenencia.
Fue una navidad hermosa con la familia de mi polola, muchas personas, una mesa te club, algunos llevaron los postres (nosotros, jijiji), otros el plato principal, otros las ensaladas, un arbolito de pascua y decenas de pequeños regalitos.
Hubo un viejito Pascuero, música, todos ayudando en distintas cosas, poner la mesa, servir, terminar algunas ensaladas, lavar, recoger y todos presentes ahí para celebrar, para pasar un momento agradable, tranquilo y de mucho cariño.
Comimos, jugamos, conversamos, nos reímos, nos entregamos cariño, fue bello bello.
Que bkn es ser libre para disfrutar todas las pequeñas cosas ❤
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