MARKETING, CONFIAR EN MIS CAPACIDADES

Aprender de marketing ha sido un proceso de transformación, me ha planteado preguntas en perspectivas que no había pensado. 

Y creo que es porque a diferencia de alguien que va a promocionar un producto de un tercero o va a revender algo. 

Si el producto lo creas tú mismo, como es mi caso, en algún grado, lo que eres tú, es parte del producto. 

Y además de eso tienes que liberar toda tu personalidad para comunicar con convicción. En este aspecto hay varias cosas que ya tengo resueltas, pero que no me las había preguntado desde la perspectiva del marketing. 

Una de esas es ¿Qué tanta confianza tengo en mi mismo para comunicar con determinación? 

Y para responder esto tuve que mirar en mi interior para ver que está resuelto, para que no me frenen inseguridades que quizás ya ni existen, respecto de todo lo que puedo llegar a desarrollar de mí mismo. 

Tomé las inseguridades más profundas de mí mismo, para responderme en qué estado están: 

- En la niñez fue por ser el niño “huacho” en distintas familias, el rechazo familiar, me hizo sentir que no era suficientemente bueno. 

- En la adolescencia al conocer el ambiente de parroquia y a la gente normal, es decir, equilibrada, sentí que yo había sido corrompido sin remedio, que tenía una maldad interna que siempre tendría que temer. 

- De joven adulto, sentí que al no haber podido hacer una vida normal y no poder estudiar algo que estuviera de acuerdo con mis capacidades, iba a estar siempre en el lugar equivocado, limitado. 

- De adulto sentí que siempre iba a estar incompleto, sin poder resolver el enigma de los lazos y el amor. 

Ahora ya todo eso está resuelto: 

- Del rechazo pasé a encontrar donde pertenezco

- Del odio a la tranquilidad y el equilibrio.

- Del lugar equivocado a construir mi propio espacio para desarrollarme.

- De la incertidumbre a disfrutar, vivir y valorar profundamente los lazos.

Soy libre para comunicar con convicción y determinación, sin miedo a generar un daño en otros, con una preocupación real por las personas, desde una perspectiva única que me ha dado mi experiencia y desarrollo. Estoy emocionalmente preparado.