Hace varios años resolví una parte importante de los iniciadores de mi adicción al cigarrillo.
En general tenían que ver con estabilidad emocional, discusiones con algún familiar o algún conflicto amoroso me generaban ganas de fumar.
Y el gran descubrimiento que hice en ese tiempo, fue que logré determinar cuál era el pensamiento específico que me generaba la necesidad de fumar y era “sentir que algo estaba fuera de mi alcance para resolver”.
Cuando descubrí ese “pensamiento iniciador”, evalué, analicé, hice un escrutinio de la lógica, origen y sentido de ese pensamiento y con eso dejé de fumar, y nunca más esas situaciones particulares me generaron un deseo de fumar.
Pero ahora que estoy en una relación, me pasó que tuve una discusión y me enfrenté a una decisión. Y eso generó un gatillante para fumar, así que quise escribir para descubrir exactamente cuál fue el pensamiento.
Ahora estoy fumando, ya no por ese evento, sino por la adicción y he estado analizando, los momentos en que se produce mi deseo de fumar.
Cuando estoy haciendo algo que es interesante e implica un desafío me dan ganas de fumar. Cuando estoy emocionado por algo y quiero ver que va a pasar, cuando estoy pensando en distintas alternativas para solucionar algo. Resolver este inception me dan ganas de fumar, jajaja.
Yo creo que tiene que ver con mis expectativas, tiene que ver con lo que me gustaría que ocurriese. Esto quizás se parece a lo otro, pero no, antes era la frustración de no poder resolver algo, ahora es la expectativa de algo que está a mi alcance de resolver, que depende de mí.
Por aquí va la cosa, las expectativas que yo pueda tener sobre algo. Cuando encuentre el pensamiento exacto compartiré mis hallazgos.
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