sábado, 22 de marzo de 2014

“Ser el mejor de todos” o “Haz lo que más te gusta y aprovecha todas tus capacidades”


Ser el mejor de todos, es una idea que está incorporada en gran parte de nuestra sociedad, esta idea ha sido instaurada principalmente por nuestra familia, papa, mama, que en algún momento nos dijo y repitió: “Tú hij@, tienes que ser el mejor”, la publicidad y finalmente gran parte de las personas que nos rodean, por su propia enseñanza, nos orillan siempre a este fin, “Ser el Mejor de Todos”. Esta idea, de ser el mejor, si es evaluada en forma liviana, podría incluso tildarse de absolutamente positiva, como una frase llena de buenos deseos para la persona a la que se la transmitimos, pero…, 
¿Hacia dónde nos lleva realmente esta frase?
Esta frase, tal como lo expresa, nos lleva al podio, nos lleva a ganar el primer lugar de lo que sea y de donde sea, el gran asunto es que el podio, es para uno solo y eso es lo tremendamente negativo que se adhiere a esta frase, nos aísla y nos obliga a mirar hacia abajo a los demás competidores. Existe infinidad de argumento del porque llegamos a transmitir esta frase, la economía, desigualdad, pobreza, abuso de poder, etc., infinidad de situaciones que nos orillan a buscar crecer, desarrollarnos, diferenciarnos y finalmente salir de una u otra condición que hayamos vivido o sufrido. Ahora bien, nuevamente una pregunta justa es ¿Y acaso esto es negativo?, el llegar a un estado mejor del que se estaba, sin duda es algo positivo, la cuestión es el cómo llego a ese mejor estado, o cuál es el costo de llegar ahí. Hoy podemos ver una consecuencia de llegar a un mejor estado en base a esta premisa, se ve en la clase media fundamentalmente, condominios en donde vive gente durante 5, 10 o 15 años y ni siquiera conoce a las personas que viven en su cuadra, esto ocurre porque en base a esta frase todo se traduce en competencia, en ver que tiene el otro o que dirá de mí el otro, en pensar en qué posición me dejará mostrarme al otro, quedaré siendo más o menos que él…
Pero existe otra alternativa, está la alternativa de incorporar en la crianza o en el subconsciente de nuestros hijos, amigos, familiares, de nuestro entorno…, una frase altruista, una frase que conduce a desarrollarnos, pero no en la competencia, si no que, en un camino de aprovechar nuestras capacidades, de entender que todos somos finalmente diferentes y un complemento y que todas las labores, profesiones, oficios o actividades son importantes, ya que en alguna parte de nuestro sistema, se convierten en indispensables. Es de alguna manera descubrir que cada actividad, que cada persona posee una dignidad y que independiente de lo que realice, esa actividad es un aporte y es importante, lo hace feliz y contribuye con su parte al desarrollo general de nuestra sociedad. 
Un cambio de esta envergadura, puede sonar impracticable o muy difícil, pero simplemente es un cambio de concepto, un cambio en una frase: “Haz lo que más te gusta y aprovecha todas tus capacidades”

miércoles, 19 de marzo de 2014

Semana Santa – Costumbres Populares – Reflexión


En estos días son comunes las preguntas sobre el que se puede hacer y que no, que se puede comer o no, sobre las costumbres que se deben guardar, en fin, existen distintos orígenes, puede ser la costumbre, piedad popular, algo cultural, hay de todo, así también, existe gente que practica la costumbre, hay otra que hace lo contrario para estar al contrario y otra gente que se adhiere o no sin distinción, sin ninguna connotación positiva o negativa… finalmente todas están bien.
Ahora como es semana santa y es típico que aparezcan los dogmáticos de la costumbre, una buena reflexión para determinar que se puede hacer o no, sería pensar en los mandamientos más importantes Mt 22,37-4 y en la siguiente lectura Lc 14,1-6:
“Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Delante de él había un hombre enfermo de hidropesía. Jesús preguntó a los doctores de la Ley y a los fariseos: ¿Está permitido curar en sábado o no?, pero ellos guardaron silencio, entonces Jesús tomó de la mano al enfermo, lo curó y lo despidió. 
Y volviéndose hacia ellos, les dijo: «Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su hijo o su buey, ¿acaso no lo saca en seguida, aunque sea sábado?». A esto no pudieron responder nada.”
“Jesús le respondió: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu, este es el más grande y el primer mandamiento. El segundo es semejante al primero: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, de estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”
Finalmente como conclusión y reflexión de lo que se puede hacer o no en Semana Santa, se puede decir que lo único importante es ama a tu prójimo como a ti mismo y a Dios por sobre todas las cosas, el resto son adornos que no tienen importancia ni trascendencia.