Está a punto de llegar el momento más importante, el marketing del producto.
Pensar en esto, me da un poco de ansiedad y es porque, para que realmente pueda hacer bien el marketing tengo que salir del cascarón.
Mi personalidad es mitad extrovertida e introvertida, la parte extrovertida la tuve que disminuir durante mi adolescencia e inicio de adultez y la mantuve así durante mi “retiro espiritual”.
En esos años, estaba demasiado cerca de la violencia, de la delincuencia y además eso estaba combinado con baja autoestima y una autopercepción de ser inteligente, que es una combinación perfecta para el narcisismo.
(Hago un paréntesis, porque a veces puede sonar exagerado el párrafo de arriba, para el que tiene una visión de quien soy yo hoy…, pero no sé si recuerdan que les conté, que como a los 12 años, en una discusión le corté la mano con un cuchillo a mi hermano mayor), (ósea de verdad había problemas, jajajaja).
Y como realmente no tenía ni propósito, ni el control de mí mismo, la solución fue disminuir.
Pero ya está todo superado, abordado, trabajado, evaluado y probado. Hoy tengo una nueva realidad, la que yo mismo construí, gracias a much@s de mis querid@s amig@s a lo largo de mi vida y a eso a lo que yo llamo Dios.
Esta primera parte es entender y aceptar que ya no es necesario tener miedo de ser yo. Y si, antes tenía miedo de ser yo, me consideraba a mí mismo alguien peligroso. Pero gracias a mucho trabajo, superar muchas cosas y a mi Dios, ya está todo listo. Toda esa sombra, toda esa oscuridad que sentía que tenía ya se desvaneció, hoy día gracias a mi Dios, soy libre.
Es por este pensamiento, que yo comprendo el suplicio de los delincuentes, el 99% de ellos son una creación, no es su culpa y es que sólo no tuvieron “la suerte” (porque de verdad es una ruleta) de tener las circunstancias precisas para darse cuenta.

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