No somos nada y somos todo, ¿Qué sabio puede determinar el resultado de su acción o inacción?, ¿Quién puede diferenciar lo útil de lo inútil?, ¿Quién puede definir lo importante de lo insignificante?. La vida parece una nebulosa y nuestros propósitos como ingenuidades a la luz de un destino desconocido. ¿Hacer o no hacer?, ¿avanzar o detenerse?, ¿dudar o decidir?, se sienten tan insignificantes e importantes a la vez estas preguntas. Todo es tan incierto, no obstante, extrañamente agradable, para aquellos que creemos en un Dios, en la naturaleza o en la intuición. La vida y el destino para mí, disfrutar de un camino incierto y gelatinoso. Y como dijo Rabindranath Tagore: "Si tiene remedio ¿de qué te preocupas? Y si no tiene remedio ¿de qué te preocupas?"
