La Verdad

Cuanto más pienso en cuál es la verdad, menos importancia toma y termina siendo una frívola comprobación de verdadero y falso…, En cambio, se abre paso firme una: “Interpretación dinámica del entorno”, en pocas palabras, Amarillo.

Al llegar las instancias de cambio

Cuando llegan las instancias de cambio, se intensifica la ansiedad, este proceso además trae consigo el recuerdo de los orígenes de la misma. Son innumerables los asuntos y están tan “superados” que hoy me cuesta incluso definir cuáles son o eran, el desapego me impide también percatarme de algunos, pero siento necesario expresar el sentimiento, comenzar el proceso de soltar el morral de escombros del pasado. Las primeras preguntas, que incluso yo me hice son: Como sobrellevar tanto tiempo y luego Porque tolerar tanto tiempo, el ¿Cómo? tiene una sola respuesta, el ¿Por Qué? se puede dividir en tres aspectos:

¿Cómo?
La respuesta es deshumanizándose, desintegrar o des configurar el concepto social que viene establecido desde el nacimiento, luego reemplazar todo eso por narcisismo, egocentrismo, frivolidad y desapego, con esa formula el humano puede enfocarse solo en lo que pretende y soportar cualquier cosa, sin quebrarse en el proceso. (recomponer o reconfigurar todo eso…, años).

¿Por qué?
El primero, es mi remedio, la misma razón del porque afortunadamente hoy soy una persona común y corriente, es la causante del sometimiento a padecer esta situación. Los valores cristianos recibidos en forma tergiversada por algunos representantes del credo son los que me ayudaron y sometieron. Entiendo que es muy difícil hacer la diferencia, ya que cuando se habla de valores cristianos, es muy delgada la línea entre la libertad y el sometimiento, habría que ser casi otro Jesús para hacerlo en forma correcta, es extremadamente difícil hacerlo bien. 

El segundo, es el contexto social, este se relaciona con todo, el entorno, los valores de sociedad  y familia, y por sobre todo con mí limitada capacidad de entender en forma prematura que las culpas de los pobres sentimientos familiares que tengo, no son mías, sino que son un producto. Entonces, la culpa de no sentir un amor incondicional por la familia, siendo testigo que es el comportamiento más común de la sociedad completa, me hicieron pensar en un principio que era algo que yo debía solucionar, ya que sentía una gran responsabilidad sobre eso. Mucho tiempo después me di cuenta que no era culpa mía y que a veces, simplemente hay que aceptar que existen situaciones diferentes.

El tercero, relacionado a la frivolidad, narcisismo y desapego, el sentir que no hay deudas con nadie, el pensar que ya a estas alturas, el alimento, refugio y asistencia, ya están pagados, me puedo retirar tranquilo.

Al margen
De todas maneras, cerrar este pensamiento solo con esto, creo que podría ser injusto, ya que estos últimos años han sido mejores, gracias a la experiencia, madurez y los años, se ha logrado mejorar ciertos aspectos, pero el hecho de que hoy este utilizando mi tiempo para ir dando un cierre a estos asuntos internos, estos años que he invertido en esta reconfiguración a la normalidad, en vez de estar haciendo otras cosas más productivas, me genera una sensación de disgusto, pero da igual, llegó el momento.